YGSK- CAPITULO I : Kagome, Kagome (INCOMPLETO)

かごめかごめ 籠の中の鳥は ----------------------------  Kagome Kagome Kago no naka no Tori wa          
いついつ出やる　夜明けの晩に -------------------------------Itsu Itsu deyaru? Yoake no ban ni
      鶴と亀と滑った ----------------------------- ----------------- Tsuru to kame to subetta.
    後ろの正面だあれ。------------------------------------------  Ushiro no shoumen daare ?





Kagome, Kagome, el pájaro se encuentra en la jaula,
cuándo la abandonará?
En la noche o el amanecer,
la grulla y la tortuga se deslizan
Quién se encuentra detrás tuyo...?




Todo estaba oscuro, y una voz femenina entre risas propias de una película de terror cantaba Kagome, Kagome, la tarareaba e incluso la silbaba. Unas veces se oía a mi izquierda y otras detrás, pero nunca delante. A pesar de estar oscuro tenia la horrible sensación de que todo daba vueltas y la chica, fuera quien fuera, no dejaba de danzar entre las sombras en un invisible baile macabro del cual yo era su único espectador.

La risa iba en aumento, cada vez estaba más cerca, hasta el punto de que oía su respiración, notaba su aliento contra el mio, un roce de labios en la oscuridad con sabor a sangre, un beso inesperado, como también lo fue lo morboso de ese acto, y de pronto una sonrisa, una sonrisa malévola de oreja a oreja, la luz de la luna que se filtraba desde insospechados huecos dio paso a un terrible trueno que me permitió ver por unos instantes su silueta.

Presión en el pecho.

Sangre.

Dolor.

En ese orden. El pecho me ardía como si estuviera en ascuas, tenia un pegajoso y molesto sudor frío recorriéndome todo el cuerpo y mi ropa. Me percaté también de que mis manos estaban cubiertas de sangre, mi sangre. Ahora si que todo daba vueltas con mas fuerza que nunca, y entonces...Desperté.

Un sueño, demasiado real... Aún seguía con el sudor, el miedo y los temblores en el cuerpo, parecía imposible que el dolor no continuara ahí, lo único que lo diferenciaba de mi estado onírico era la no presencia de esa chica y la muerte que la misma quiso darme. Me aseguré de comprobar que la herida no estuviera allí, y por suerte esa parte si fue una pesadilla, una molesta pesadilla, aunque podría ser peor.

Aunque había algo realmente molesto, peor que todo lo anterior. Esa estúpida canción para niños, Kagome Kagome, no paraba de dar vueltas por mi cabeza, tanto la letra como el ritmo, todo.